Terapia de pareja y familiar
La terapia de pareja se basa por un lado en el análisis de la problemática que afecta a ésta como un único organismo y por otro en el refuerzo positivo.
Se trata de técnicas estructuradas aunque adaptadas a la idiosincrasia de la pareja, de modo que se pretende hacerla atractiva. Es habitual también realizar no sólo una evaluación empírica de la pareja como organismo, sino también realizar esa evaluación a nivel particular, con el objetivo de cribar posibles afectaciones que estén contribuyendo al problema central de pareja. De este modo se pasan pruebas de personalidad y cribado de psicopatología.
Es de destacar el hecho de que la terapia de pareja no sólo tiene el objetivo de contribuir a la salud del organismo «pareja» y su continuidad. También es posible desarrollar terapia de pareja para la separación. En este caso, el objetivo principal es la protección de los menores y como objetivo secundario, la prevención de problemas emocionales en los miembros de la pareja.
Por su parte, en terapia familiar también se concibe la familia como un organismo vivo. El enfoque para trabajar los problemas familiares es el sistémico, atendiendo a la familia como un sistema en el que se dan las interacciones y son éstas las que se encuentran afectadas, por lo que el objetivo será la «reparación» de esas interacciones afectadas.