Intervención en problemas de personalidad
La personalidad se constituye en conducta más o menos estable a lo largo de toda la vida. Se desarrolla en la infancia, se conforma en la adolescencia y depende de factores internos a la persona, pero especialmente de aquellas variables ecológicas que se dan en las primeras etapas de la vida.
En ocasiones nuestra «forma de ser» entra en conflicto con el contexto, sea este el que sea, provocando graves alteraciones tanto a la persona como en su entorno. El abordaje de este tipo de problemáticas es complejo, y depende tanto de la persona en sí, como del tipo de problema que esté afectando, como del mismo entorno en el que se encuentra.
Suele ser habitual la Terapia Dialéctica Conductual, Terapia dirigida a la gestión de las emociones, resolución de problemas, activación conductual, terapia de reestructuración cognitiva, terapia de aceptación y compromiso y en definitiva, cualquier técnica que ayude a la persona a gestionar las dificultades que provocan aquellos aspectos sobre «cómo nos comportamos» en determinados contextos o cómo lo hacemos de forma habitual, debido a nuestra forma de ser, sea ésta normal, excesiva o asociada a trastornos.